Acabó el verano y empezaron a verse cada 15 días en Mallorca o en Barcelona. Pero cada 2 semanas no era suficiente y empezaron a volar cada semana. 8 meses después se encontraban una vez más en el aeropuerto, esta vez en Barcelona. Esta vez con más equipaje. Uno de ellos dejaba todo atrás. Dejaba las playas y los caminos conocidos, el olor a mar que se colaba en su casa, su trabajo, los amigos y la familia. El otro, le esperaba en Barcelona con los brazos abiertos, una enorme sonrisa, ojos brillantes y el corazón a punto de salir del pecho.
Lara y Oscar no se quieren…
Ha pasado un año desde ese día. Dicen por ahí que el primer año de vivir juntos es el más difícil. Que se lo cuenten a ellos. Enserio. Que alguien les explique por qué es difícil. Estar juntos es lo mejor que les ha pasado. Ellos están locos el uno por el otro. Están perdidamente enamorados. Sincronizados. Tienen su propia energía. Almas gemelas.
Llamarlo cómo queráis pero para mí eso no es querer…es amar.